Si alguna vez te has despertado sobresaltado por una alarma estridente o has sentido cómo se tensan tus hombros por un tono de mensaje repentino, ya sabes lo que el sonido puede hacer en tu sistema nervioso. Pero, ¿y si el sonido pudiera hacer lo contrario: ayudarte a dormir más rápido, sentirte más tranquilo e incluso curar?
Nos sentamos con la practicante certificada de sonido y músican Kayce Laine para explorar el poder de la sanación con sonido, cómo funciona y por qué podría ser la pieza que falta en tu rutina de sueño.
Qué ¿Es ¿Sanación con sonido?
“La sanación con sonido es trabajar con sonido y frecuencia para lograr un resultado sanador,” explica Kayce. “Y la intención juega un papel enorme.”
Ya sea un cuenco tibetano o tu propia voz tarareando suavemente, la sanación con sonido usa frecuencias específicas para ayudar a tu cerebro y cuerpo a cambiar a un estado más relajado. Nuestros oídos están diseñados para la supervivencia — siempre están atentos a amenazas, incluso mientras dormimos. En la vida moderna, eso significa estimulación constante de pitidos, zumbidos, sirenas y estrés.
La sanación con sonido trabaja para revertir ese patrón moviendo tu sistema nervioso de lucha o huida hacia descanso y digestión.
La ciencia detrás del sonido
Un principio fundamental de la sanación con sonido es entrenamiento de ondas cerebrales — usando frecuencias específicas para guiar tu cerebro desde estados de alta alerta (beta) hacia estados más relajados como theta y delta. Aquí es donde puede ocurrir un descanso profundo, los sueños e incluso la sanación.
Y no se trata solo de lo que escuchar. “Cuando experimentas el sonido en persona, sientes las frecuencias moviéndose a través de tu cuerpo,” dice Kayce. “Como nuestros cuerpos son mayormente agua — un gran conductor — estas vibraciones pueden ayudar a liberar tensiones y emociones que hemos estado reteniendo.”
Por qué la intención importa
En lugar de centrarse en significados fijos de las frecuencias, Kayce fomenta un enfoque más fundamentado: "No prescribo frecuencias específicas. El cuerpo de cada persona es diferente — lo que más importa es la intención."
Citando al pionero del sonido Jonathan Goldman, ella comparte una ecuación simple pero poderosa:
Frecuencia + Intención = Sanación
Esto significa que no se trata tanto de buscar una "frecuencia perfecta" sino de elegir sonidos que resuenen con tú — y escuchando con propósito.
Usando el sonido para dormir mejor
Según Kayce, la sanación con sonido puede ser especialmente poderosa antes de dormir. Aquí te explicamos cómo:
INTENTA TARAREAR
“El tarareo es una de las herramientas más efectivas,” dice ella. Naturalmente reduce el cortisol, baja la presión arterial y puede incluso aumentar la melatonina — todo crucial para un mejor sueño. Prueba exhalar lentamente con un tarareo para crear vibraciones internas relajantes.
USA RUIDO MARRÓN
El ruido marrón — un sonido de frecuencia más baja que el ruido blanco — es favorito entre los que duermen ligero. Enmascara distracciones ambientales y ayuda a tu sistema nervioso a regularse.
RELÁJATE CON INTENCIÓN
“No tiene que ser un ritual completo,” dice ella. “Pon una pista calmante, respira y date cinco minutos. Incluso 90 segundos escuchando un cuenco de cristal pueden cambiar tu estado de ondas cerebrales.”
Consejos de ritual de sueño de Kayce
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Mantén el volumen de TV/películas por debajo de 50 dB antes de dormir. Piensa: conversación tranquila, no película de acción.
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Evita la sobreestimulación: Silencia las notificaciones, reduce el zumbido de fondo y crea un paisaje sonoro pacífico durante todo tu día.
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Cambia tus tonos de llamada regularmente para evitar la sobrecarga del sistema nervioso.
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Experimenta con sonidos calmantes: Prueba diferentes drones ambientales o pistas instrumentales de bajo tempo para ver qué sonido es más eficiente para calmar tu mente
Sonidos de mañana vs. noche
“Por la mañana, usa tonos más activos — golpecitos suaves en cuencos, instrumentos melódicos — para energizarte,” sugiere Kayce. “Por la noche, opta por drones, tarareo o texturas ambientales suaves para guiar tu cerebro hacia un ritmo más lento.”
Empieza pequeño
La sanación con sonido no tiene que ser complicada. Kayce anima a los principiantes curiosos a experimentar:
“Hazlo un pequeño experimento divertido. Prueba una pista de sintetizador de cinco minutos. Prueba el silencio y el tarareo. Prueba una pista de audio con cuenco de cristal. Ve qué resuena.”
Porque al final, dormir mejor no siempre proviene de hacer más, a veces proviene de escuchando.